Emociones en cuarentena…

En estos días de cuarentena y tensiones por el temido virus COVID-19, como todas las personas mi familia y yo nos hemos visto envueltos en un vaivén emocional, que puso de manifiesto en mí lo que en la Asociación Argentina de Coaching Ontológico Profesional denominamos la cuarta competencia del #coach: “reconocimiento, diseño y gestión emocional”.

Las emociones no son ni buenas ni malas, sin embargo, como menciona el Dr. Humberto Maturana, el problema surge por la ceguera que experimentamos ante nuestro emocionar, y al no verlas quedamos atrapados en ellas.  

Esta falta de entrenamiento en el reconocimiento y gestión de emociones nos lleva a decirle a nuestros hijos “controlen sus emociones”, pero en realidad esto equivale a decirles “niéguenlas” y de esta forma los atrapamos también en la ceguera sobre nosotros mismos.

Tomando como base lo anterior, imagina que te pidiera que conduzcas tu auto con los ojos vendados… probablemente no lograrías salir del garaje sin chocar con otros autos… no obstante esto es exactamente lo mismo que tratamos de hacer a diario omitiendo lo que sentimos, por consiguiente también sufrimos colisiones interiores y como resultado cerramos posibilidades en nuestro accionar.

Todas las personas que toman un programa de formación de coaching ciertamente estudian muchas teorías que permiten adquirir conocimiento, pero también se exponen a un proceso vivencial que promueve la puesta en práctica de lo que se estudia, llevándolo de esta forma al terreno de las acciones. En tal sentido hoy me basaré en los planteamientos del profesor Maturana para compartirles una valiosa lección que este aprendizaje dejó en mi: si en lugar de heredarles a nuestros hijos nuestra ceguera emocional, les dijéramos “… mira tu emocionar y actúa conscientemente de él, les abriríamos un espacio reflexivo y los invitaríamos a una libertad responsable…”   

Al reconocer y aceptar nuestras emociones, abrimos espacios de múltiples posibilidades ya que al asumir la responsabilidad de la emocionalidad presente nos damos cuenta que observamos el mundo desde una emoción en particular que matiza nuestra realidad, y en consecuencia ya no podemos hablar de una realidad igual para todos, porque cada persona se encuentra en una emoción diferente y tenemos una gestión particular de las emociones.

Para ilustrar me voy a valer de una serie de Marvel que la mayoría conocimos y se trata de Flash, donde nos muestran que al romper las barreras de la velocidad que conocemos es posible crear nuevas realidades y por tanto existen mundos parecidos al nuestro, pero con desenlaces diferentes ante un mismo hecho. Ahora bien, si relacionamos la serie de Marvel con lo que he descrito anteriormente, podemos encontrar que aunque no existe literalmente otro mundo físico, si podemos hablar de multiverso ya que cada persona tiene su propia interpretación de la realidad producto del matiz que generan sus emociones y sus creencias.

Finalmente quiero decirte que mi propuesta de super poder es desarrollar la habilidad de reconocer y gestionar emociones, para que esto nos permita poder visitar el mundo de otros y tener invitados en nuestro mundo sin alterar la fuerza de la velocidad como dirían en laboratorios Star.

Si deseas profundizar en estos aspectos te invitamos a participar en nuestros talleres y seminarios, por lo que si estas interesado puedes contactarnos a través de info@alfago.net

David Eduardo Martínez Boucchechter